En lo profundo de la constelación de Casiopea se encuentra la Nebulosa del Alma, una inmensa nube de gas y polvo donde surgen nuevas estrellas. Vista desde la Tierra, su forma no recuerda a un corazón como suele decirse, sino a la silueta de un feto humano, una imagen muy apropiada para lo que realmente es: una auténtica “cuna estelar”. Allí, a unos 7.500 años luz de distancia, el gas brilla con la energía de estrellas recién nacidas que iluminan su entorno. Junto a la cercana Nebulosa del Corazón, forma uno de los paisajes más cautivadores del cielo profundo. Observarla, aunque solo aparezca como una tenue mancha en un telescopio de aficionado, es contemplar el proceso cósmico de la creación, como si el universo nos recordara que también tiene su propio ciclo de vida.
La Nebulosa del Alma es conocida, también como Sh2-199, y es ligeramente menor que la Nebulosa del Corazón, con un tamaño también de más de 200 años luz.
La nebulosa se caracteriza por su color rojo intenso y su configuración es resultado por la radiación que emana de un pequeño grupo de estrellas cerca de centro de la nebulosa que Ionizan el gas dándole ese color rojo. Este cúmulo abierto de estrellas conocido como Melotte 15 contiene algunas estrellas brillantes cerca de 50 veces la masa de nuestro Sol, y muchas estrellas más tenues que son sólo una fracción de la masa de nuestro Sol. El Cúmulo de la nebulosa contuvo un microcuásar que fue expulsado hace millones de años.
Esta imagen es el resultado de apilar 22 tomas de 300 seg y posterior procesado con PixInsight.
Datos Técnicos:
Fecha: Septiembre 2025
Lugar: Cáceres, España Observatorio "Los Milanos" MPC I71
Telescopio: SVBONY 70ED
Corrector: FF/FR 0.8x
Cámara: Omegon veTEC 533C
Montura: AZEQ6 Skywatcher
Exposición: Askar Color Magic C1 = 22x5 minutes
Cielo: Bortle 5, transparencia y seeing medio, Luna:22%
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